Tú eres una estrella...
Experiencia re significada de esperanza.
Esta es la historia que ocurría en alguna parte de este mundo, donde un pequeño niño que con gran entusiasmo y dedicación, se dispuso a plantar un árbol y cuidarlo hasta que tuviera un enorme tamaño con sus largas raíces, su fuerte tronco, sus ramas verdes y sus dulces frutos. El niño lo plantó en las afueras de su casa, en su jardín. El tiempo pasaba y todo fluía con normalidad, el niño regaba el árbol y este comenzó a crecer y a dar sus frutos. Pero, hubo una noche, en la que el árbol volteó a ver al cielo e imaginó: ¡qué bonita es la noche y que increíbles son las estrellas!, ojalá algún día pueda ser yo tan alto como para alcanzar las estrellas. Jamás se dio por vencido, pasaban los días y se estiraba lo más que podía, pero nunca creció como para tocar las estrellas, lo cual se convirtió en la razón de su gran tristeza. El niño lo vio y se dio cuenta de su pobre estado y le preguntó: ¿por qué estás tan triste?, ¿qué es lo que te sucede?. A lo que el árbol respondió: a pesar de que no he perdido la esperanza y que cada día me estiró lo más que puedo, no puedo estar a la altura de las estrellas. El niño, sin decir ni una sola palabra, tomó una manzana y le dijo: mi gran amigo, tú no debes estar triste porque no tienes que estar tan alto para alcanzar las estrellas. El niño partió por la mitad una de sus manzanas y por último, le mostró la fruta salida de sus ramas y le dijo: ves, nunca debiste perder la esperanza, tú tienes una estrella dentro de ti, pero no te habías dado cuenta, y esa estrella te hace aún más especial y único que si pudieras alcanzar o tocar las estrellas. El árbol estaba sorprendido al ver que él mismo guardaba una estrella dentro de su ser y se llevó una grandísima lección: nunca debemos perder la esperanza, a pesar de que las condiciones no siempre sean las mejores, a fin de cuentas, las cosas son mejores que como lo planeábamos y se ven superadas nuestras expectativas. Y desde aquel día, el árbol fue feliz, porque aprendió a ser el mismo y valorar su ser.