Discernimiento ignaciano
Con el tema a referirse esta vez es el Discernimiento Ignaciano que tiene como significado el distinguir/identificar a una persona o cosa en un señalamiento a sí mismo para saber desde su estado de ánimo hasta su toma de decisiones que lo pueden llevar a consecuencias favorables si se toman por correctas o en sentido contrario, lleva al desastre tanto personal como en conjunción grupal.
Las personas tienen la conciencia en su interior de pensar, sentir, saber y sobre todo de expresar lo que llevan en sí su modo de valorar las cosas pero ¿Se tiene suficiente capacidad para diferenciar entre lo que se cree hacer bien para obtener lo que uno se destina como garantía? Esa es una respuesta con muy poca claridad de responder si ahora lo analizas.
En la vida, todo ser humano lucha sin cesar para tener todo aquello que de verdad sienten que deberían de tenerlo en su poder como es el hecho de algunos de querer ser médicos prestigiados, futbolistas de talla mundial al estilo Messi o Cristiano Ronaldo, actores de Hollywood, diseñadores de moda de primer nivel, cantantes famosos como Justin Bieber o Skakira y muchas otras ramas no menos importantes pero he aquí del problema… La gente se ambiciona, es decir, se comportan como salvajes y van sobre todo con tal de alcanzar el éxito no sin medir fatalmente sus acciones.
La sociedad no valora en veces lo que tiene, por ello cuando se dan cuenta, es demasiado tarde. Una forma de controlar estas emociones que tienden a dañarnos es hacer “Ejercicios Espirituales” que son momentos de reflexión, meditación y rediseñar nuestra mente en un periodo definido de ideas (comúnmente de 28 a 40 días) para inspeccionar minuciosamente los sentimientos en nuestro buen ser espíritu (hay que aceptarlo, todos lo tenemos, solo que nos es malintencionada a veces por un ser maligno que habita en lo más recóndito del subconsciente) que siempre hay que tenerle una procuración, puesto que nuestra vida diaria está llena de situaciones impredecibles e inoportunos que olvidamos de Dios, pues es tan criticado por algunos al no estar presente cuando se le pide. Es quién nos ayuda en situaciones difíciles pero lo importante es tener fe, poniendo innegablemente por delante a él y la familia; lo demás vendrá cuando creas tener suficiente madurez decisiva, diferenciar en augurio lo conveniente para ambos lados y más que nada, sentirse feliz.